Trayectoria del caso

Gran jurado / Audiencia preliminar

El siguiente paso después de la lectura de cargos es que se tome una decisión respecto a si existe suficiente evidencia —causa probable— para proceder con los cargos o el enjuiciamiento. Existe un estándar muy bajo para establecer causa probable, así que es fácil para el fiscal el obtener la aprobación para continuar con el enjuiciamiento.

El siguiente paso después de la lectura de cargos es que se tome una decisión respecto a si existe suficiente evidencia —causa probable— para proceder con los cargos o el enjuiciamiento. Dependiendo del lugar y de los delitos de los que se acusa a una persona, esta determinación puede suceder a través de un gran jurado y/o de una audiencia preliminar.

Ya sea que la decisión la tome un gran jurado o un juez en una audiencia preliminar, existe un estándar muy bajo para establecer la causa probable, así que es muy fácil que un fiscal reciba aprobación para continuar con el enjuiciamiento.

Sólo alrededor de la mitad de los estados en los Estados Unidos utilizan un gran jurado y, aquellos que lo hacen los utilizan solamente para cargos por delitos graves. No obstante, cada lugar es diferente, así que recuerde investigar su lugar específico.

Primero hablemos sobre el gran jurado.

El gran jurado es un procedimiento unilateral en el que el fiscal le presenta la evidencia a un grupo de personas seleccionadas del público, conocidas como miembros del gran jurado. No se permite que la defensa participe en el gran jurado. El gran jurado decide si el fiscal tiene causa probable para una imputación, la cual es necesaria para que un caso proceda. Si el gran jurado no encuentra que hay causa probable para respaldar los cargos, tiene que emitir lo que se conoce como un “acta de no acusación” y los cargos se retirarán. 

Normalmente, el gran jurado escucha muchos casos de manera muy seguida en el tiempo de duración de su servicio, el cual puede durar semanas o meses. Las personas reciben notificaciones en el correo postal de que deben comparecer ante el tribunal para prestar servicio como gran jurado. Ellos prestan sus servicios por un tiempo y, durante ese tiempo, los miembros del jurado escuchan evidencias, reciben instrucciones sobre el derecho y se les pide que voten si la evidencia es suficiente para establecer que ha ocurrido un delito.

Así es como una persona describió su servicio en un gran jurado en la ciudad de Nueva York: “Los fiscales llegan uno por uno con sus casos individuales y le presentan la evidencia al gran jurado, usualmente en la forma de testigos, documentos y video de vigilancia, durante un periodo que varía entre 15 minutos y varias horas. Probablemente escuchamos entre cinco y siete fiscales cada día.

Las personas demandadas tienen el derecho a testificar si así lo desean, pero sus abogados sólo pueden asesorarlos, no pueden presentar argumentos en su representación. Una vez que el gran jurado ha escuchado toda la evidencia, un fiscal lee en voz alta los cargos y sus definiciones. Un taquígrafo judicial teclea constantemente.

Después, se le da el espacio al gran jurado para hablar sobre la evidencia y votar. Si 12 de las 23 personas consideran que hay “suficiente evidencia legalmente” y ven “causa razonable para creer” que una persona cometió las acciones de las que se le acusa, el jurado imputa. Una imputación no es un juicio de culpabilidad o inocencia. Solamente aclara el camino para que esa pregunta se decida en una negociación de declaración de culpabilidad o en un juicio”.

Un gran jurado es diferente de un jurado del juicio. Un jurado del juicio decide si la evidencia es suficiente para establecer, fuera de toda duda razonable, que una persona cometió un delito. Un gran jurado decide, sólo con base en información que presenta el fiscal, si existe suficiente evidencia para proceder con el caso porque ellos creen, de nuevo, soló con base en información que el fiscal presenta, que lo más probable es que haya ocurrido un delito y que la persona acusada fue responsable del delito. Esa es una carga probatoria muy baja.

Ilusión:

Se supone que el gran jurado crea un límite al poder del fiscal al hacerle probar ante el jurado que tiene la base para procesar judicialmente los cargos.

Realidad:

En la práctica no funciona de esa manera. En la mayoría de los lugares, el fiscal decide todos los detalles sobre el gran jurado. Es el espectáculo del fiscal y su objetivo generalmente es obtener una imputación. Los fiscales tienen control sobre (1) cuáles cargos presentar; (2) qué orientación legal ofrecer sobre cómo el gran jurado debe tomar la decisión; (3) cuáles testigos presentar; y (4) si se procede con el gran jurado en primer lugar. Los fiscales quieren una imputación y normalmente el gran jurado está de acuerdo. Hay una razón por la cual tenemos el refrán la mayoría de los gran jurados imputarán un sándwich de jamón.

They have control over (1) What charges to present; (2) What legal guidance to offer about how the grand jury should make its decision; (3) Which witnesses to present; and (4) Whether to go forward with the grand jury in the first place. Prosecutors want an indictment, and grand jurors usually agree. There is a reason we have the saying that most grand juries will indict a ham sandwich.

¿Qué poder tienen los miembros del gran jurado?

En teoría, los miembros del gran jurado tienen poder, incluso el poder de votar en contra de una imputación, aún si técnicamente haya razón para ella, porque creen que los cargos son injustos (¡o por cualquier razón!) Esto se conoce como anulación del jurado. 

Los fiscales aportan la mayoría de las instrucciones durante el gran jurado y tienden a decirles a los miembros del gran jurado que tienen que votar ‘SÍ’ por el cargo (o votar para imputar) si hay suficiente evidencia para corroborar los cargos. Si no hay suficiente evidencia, deben votar ‘NO’. Pero existe una tercera opción: ellos pueden anular. Ellos pueden rechazar la solicitud de la fiscalía de imputar, aún si hay suficiente evidencia para un cargo. Si ellos no consideran que la fiscalía debería proceder porque sería injusto hacerlo, pueden simplemente votar NO.

Los miembros del gran jurado también pueden realizarles preguntas de sondeo a los testigos. Esas preguntas pueden generar dudas en las mentes de otros miembros del gran jurado y convencerlos de votar para anular el cargo. Las preguntas que los miembros del gran jurado formulan también se registran en las transcripciones de los procedimientos. También pueden solicitar que ciertos testigos estén disponibles para una interrogación. Si el caso sobrevive al gran jurado, eventualmente la defensa obtiene la transcripción y, las preguntas que los miembros del gran jurado plantean junto con las respuestas que los testigos brindan pueden ser útiles cuando la defensa se prepara para el juicio o cuando trate de negociar una declaración de culpabilidad. Esas preguntas sugieren que una persona común tuvo dudas sobre el caso del fiscal y pueden darle una ventaja a la defensa en una negociación que en otro caso sería unilateral.
 

Ilusión:

Los miembros del gran jurado tienen el poder de mantener bajo control a los fiscales.

Realidad:

A pesar de que los miembros del gran jurado técnicamente tienen el poder de anular y de hacerles preguntas a los testigos, a menudo no se les informa sobre este poder (conocido como anulación del jurado). Además, es en realidad una movida radical y difícil para una persona del público frente a un juez, un fiscal, funcionarios de la corte, otros miembros del jurado y el condicionamiento social general, votar no frente a una causa probable obvia. Incluso hacer preguntas de sondeo puede parecer difícil y, a menudo, se desaconseja. 

Additionally, it is actually a very radical and difficult move for a lay person, in the face of a judge, a prosecutor, court officers, other jurors, and general societal conditioning, to vote no in the face of obvious probable cause. Even asking probing questions can feel difficult and is often discouraged. 

Consider the testimony of Mimi Swartz, a woman who sat on a grand jury in Harris County, Texas, and described her experience in a New York Times op-ed:

Considere el testimonio de Mimi Swartz, una mujer que prestó servicio en un gran jurado en el condado de Harris (Texas) y describió su experiencia en un artículo de opinión de The New York Times: “Nos convertimos debidamente en artistas de aprobación automática. Yo habría continuado imputando como una autómata si no hubiera sido por otros dos miembros del gran jurado: un abogado negro joven y un exjuez blanco.

A medida que los casos pasaban, no pude evitar notar que sus preguntas parecían molestar a los fiscales: Estaban arruinándolo todo. Aunque estaban planteando cuestiones legítimas. ¿Era correcto imputar a una persona por llevar consigo una cantidad casi microscópica de marihuana después de haber sido detenida y arrestada por “caminar en la calle cuando había una acera”? ...Cuando solicitamos interrogar a testigos adicionales en un caso complejo sobre abuso sexual infantil, enfrentamos resistencia. En un momento dado, un fiscal joven acusado por el exjuez de retención de evidencia rompió en llanto.

¿Por qué se percibía como problemático que nuestro gran jurado planteara preguntas o pidiera más tiempo para estudiar expedientes densos de casos sobre delitos graves? Tal vez haya sido una coincidencia, pero después de un rato parecía que los casos difíciles se presentaban ante otros gran jurados. De repente nos presentaron muchos casos de hurtos en tiendas ”.

Ilusión:

Los gran jurados son audiencias transparentes en las que ambas partes pueden presentar su lado de los relatos.

Realidad:

Los procedimientos del gran jurado suceden completamente en secreto. No se permite que ningún miembro del público o de los medios de comunicación asistan. Ni tan siquiera la persona acusada de un delito ni su equipo de defensa pueden estar presente. La única excepción es que la persona acusada del delito puede estar presente para testificar (y solamente durante el momento de su testimonio). Es muy raro que una persona acusada testifique ya que su abogado no puede hacer preguntas y esa persona no puede estar presente para escuchar lo que otros testigos dicen. El gran jurado es una presentación unilateral.

Existen muchas trayectorias que conducen a un enjuiciamiento y la presentación e imputación del gran jurado sólo es uno de ellas.  No todos los estados utilizan gran jurados. Cada uno de los 23 estados que utiliza gran jurados lo hace de forma diferente. Algunos estados los utilizan para delitos graves, otros para una variedad de casos, incluyendo los casos de delitos menores.

Entonces, ¿qué pasa con las audiencias preliminares?

En algunos lugares, en vez del gran jurado o además del gran jurado, se lleva a cabo una audiencia preliminar (conocida a veces como audiencia de causa probable) a la que tanto la defensa como la fiscalía asisten. El propósito es parecido al del gran jurado: decidir si el fiscal tiene suficientes pruebas para presentar cargos por un delito contra una persona. Sin embargo, en lugar de un jurado, la decisión recae sobre un juez o un juez de primera instancia. Durante la audiencia preliminar, la fiscalía traerá testigos, por lo general agentes de policía, y la defensa puede hacer preguntas.

Ilusión:

Las audiencias preliminares son más justas porque el equipo de la defensa puede asistir y participar. La defensa puede intentar más explícitamente que se desestimen los cargos, mientras que en el gran jurado es una caja negra, no se sabe qué está sucediendo.

Realidad:

Tanto en los gran jurados como en las audiencias preliminares, los agentes de policía son los testigos estrellas y, por lo general, son vistos como más confiables que cualquier otra persona. La defensa puede ser cautelosa de presentar su caso completo en la audiencia preliminar porque hay muchos aspectos desconocidos en esta etapa temprana y no quieren arriesgarse a darle una ventaja al fiscal al mostrarle su partida.

Aprendizajes clave

  • La causa probable es una carga probatoria muy baja y es muy fácil que un fiscal obtenga una imputación y continuar con el enjuiciamiento. 
  • El gran jurado funciona como una aprobación automática, no como un control del poder del fiscal. 
  • Los miembros del gran jurado tienen el poder de anular los cargos, aunque frecuentemente no se les informa de este poder y en la práctica puede resultar difícil ejercerlo.
  • Sin duda, podemos luchar para abrir o eliminar los grandes jurados, e instruir a sus integrantes acerca de la anulación del jurado. Acceda al kit de herramientas aquí.
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